
La crítica de Marx hacia Proudhon gira en torno a su incompetente capacidad científica sobre los fenómenos económico- sociales por no partir del autentico curso histórico del hombre. La dialéctica de Proudhon
tiene influjo Hegeliano debido a que trata a las categorías como separadas del mundo,
las abstrae hasta hacer de ellas categorías lógicas y luego intentó
reencarnarlas a todo lo que existente. Si se ocupa del movimiento de las cosas,
lo hace de un movimiento en un estado abstracto y puramente formal, todo ello a
través de la distinción de la racionalidad en donde ésta se pone, opone y
descompone.
Como en Hegel, “Todo lo que ha sucedido y todo lo que sucede
consiste en lo que pasa en su propio razonamiento…No existe historia según el
orden de los tiempos, no hay más que sucesión de ideas en el entendimiento”
(Marx, 1979, pág. 160); sin embargo, el
desarrollo histórico funciona muy distinto en ambos, mientras que el movimiento
dialéctico en Hegel consiste en la lucha de dos aspectos contradictorios y su
síntesis es una categoría nueva; en Proudhon se acorta el movimiento dialéctico,
se conserva un aspecto y se transporta a una nueva categoría que remedia los
inconvenientes. Para la resolución de
contradicciones de Proudhon es necesario tomar lo bueno de toda ley económica
que rige la modernidad, depurándola de lo malo, de lo que genera injusticia. “Desde el momento en que el proceso del movimiento
dialéctico se reduce al simple procedimiento de oponer lo bueno y lo malo, de
proponer los problemas que tienden a eliminar lo malo y de ofrecer una
categoría como antídoto de la otra.
Las categorías carecen de espontaneidad, ya
no se descompone en categorías, y la dialéctica ya no consiste en el movimiento
de la razón absoluta. No hay ya dialéctica, a lo sumo se trata de una moral
pura” (Marx, 1979, pág. 167) A mi parecer, Marx la califica como una dialéctica
ilusoria y un intento fracasado, que aplicada a la económica política no se
obtiene nada más que una metafísica de la misma, Proudhon tomando las
relaciones burguesas como relaciones necesarias, sin referirlas a la historia
real, les atribuye un carácter abstracto, pretendiendo conservarlas a través de
una fórmula que resuelve las contradicciones con las que han sido tratadas a lo
largo de la historia económica, y en consecuencia acorta lo que el movimiento
dialéctico significa en su esencialidad, esto es, la coexistencia de dos
aspectos contradictorias que en su lucha constituyen una categoría nueva. Lo más esencial, es que Marx nos devela en el transcurso
de su crítica su oposición a la dialéctica idealista a través del empleo de un método dialéctico
materialista, fundado en una concepción materialista de la realidad.
Elena Pacas
Elena Pacas
Bibliografía
Marx, K. (1979). Miseria de la
Filosofía. Madrid: Aguilar.
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