Aristóteles
comienza su metafísica afirmando que los hombres desean por naturaleza saber[1].
El hombre en su intento por ampliar su saber
acerca de la realidad intenta superar los datos proporcionados por la
experiencia cotidiana, combinando la información de los sentidos con sus
capacidades racionales, en ese camino construye la ciencia y ésta se constituye
como un tipo de conocimiento que nos conduce más allá de la experiencia ordinaria
a través de demostraciones racionales y experimentales que nos permiten obtener
conclusiones determinadas acerca de un fenómeno de la realidad.
La
ciencia tiene una influencia fundamental en el ámbito humano.
1. En
la vida cotidiana: Nuestra cotidianidad está marcada y condicionada por el
progreso científico, la manera en que estructuramos nuestra sociedad y nuestra
vida depende del progreso científico. Por ejemplo la casa en la que habitamos
hasta los aparatos tecnológicos de los que nos servimos determinan el modo en
que vivimos nuestra existencia diaria. Un país con grandes avances científicos
y una gran industria posee una calidad de vida y organización económico-social
que dista mucho de países con subdesarrollo tecnológico científico.
2.
En nuestra imagen del conocimiento
humanos: El progreso científico de la modernidad, demostraron que el conocimiento humano era
capaz comprender toda la realidad y a partir de ello, transformarla. De igual
modo, que su racionalidad era incapaz de sobrepasar los fenómenos seculares. La
imagen que sostenemos sobre la capacidad de la racionalidad determina en gran
parte que consideramos como objetivo o subjetivo, y esto tiene gran
repercusiones en nuestra vida práctica.
3.
En nuestra cosmovisión del mundo: El
progreso científico ha determinado la concepción que tenemos acerca del
conocimiento de la realidad. Por ejemplo, con el auge de la ciencia
experimental durante el siglo XVII se dio un gran optimismo acerca de sus
criterios epistemológicos, tanto que el calificativo “ciencia” se percibía como sinónimo de la ciencia
experimental, de modo que todas las disciplinas humanísticas y la misma
filosofía debía adoptar sus criterios metodológicos. También se concebía como
un conocimiento que es objetivo, rigoroso y verdadero, y todo lo “no
científico” como algo puramente subjetivo y contingente. Y en consecuencia el
conocimiento metafísico de la realidad o sobre dimensiones más complejas como
los valores humanos quedaron relegados a la subjetividad, y eran vistos desde
una mirada escéptica y hasta negados. Aunque en la actualidad se sostiene que
la ciencia en realidad nos proporciona un saber provisional y revisable, y que
nada puede validar o negar sobre cuestiones ininteligibles.
4. Implicaciones
prácticas: La ciencia posee una dimensión cognitiva y práctica. El progreso de
la ciencia teórica y principalmente aplicada puede influir negativa y
positivamente en la humana a través de sus nuevas invenciones. La invención de
fenómenos como la rueda en la antigüedad, la maquina a vapor en la modernidad,
la invención de armamento bélico o la tecnología informática actual por
mencionar algunos, han tenido verdadero impacto dual en la conciencia humana y
en el medio ambiente.
He
aquí la importancia de la filosofía de la ciencia, cuyo ámbito filosófico está
encargado de estudiar la naturaleza y el valor del conocimiento científico en
general, y hacer una reflexión sobre ella desde el punto de vista lógico
conjunto a una visión histórica sociológica en sus dimensiones cognitivas y
prácticas, y la relación de éstos con los valores humanos. La filosofía de la
ciencia posee un carácter sapiencial en que relaciona los diferentes ámbitos de
la ciencia ordenándolos según sus relaciones mutuas y relacionándolo con el fin
último del hombre.
El
método utilizado por la filosofía de la ciencia debe ser propiamente
filosófico, debe colocarse fuera de la ciencia y ejercitar una reflexión
filosófica apoyándose de estudios epistemológicos, históricos y sociológicos.
La determinación de la naturaleza de la ciencia debe ser una tarea descriptiva
que supone interpretaciones y valoraciones, y la determinación del valor de la
ciencia requiere de una posición meta científica.
Comentarios
Publicar un comentario