Introducción: El manifiesto del
Partido Comunista, se trata de un manifiesto encargado por la Liga de los
Comunistas a Karl Marx y Friedrich Engels,
publicado por primera vez en Londres el 21 de febrero de 1848. Es un
escrito clave para comprender la naturaleza de la concepción materialista
aplicada al análisis de la sociedad, cuyo objetivo primordial es demostrar las
condiciones en que ésta se encuentra inmersa para luego reivindicar los
fundamentos que no le permiten alcanzar su plena libertad y en última instancia
efectuar la realización de la esencialidad humana. Veremos cómo Marx y Engels abordan
los fenómenos desde una visión dialéctica, interpretados a partir de su
materialidad concreta, que al ser extendida al estudio de los fenómenos
sociales, se sitúan en un enfoque histórico del ser social.
MATERIALISMO, DIALÉCTICA Y PRAXIS.
Es esencial comprender que la sociedad posee una dimensión histórica que se refleja en el desarrollo su vida profana a través de sus experiencias reales, por ello “no lo abstracto de la materia, sino el concreto de la praxis social es el verdadero objetivo y el punto de partida de la teoría materialista” (Schmidt,
1977, pág. 36) .

MATERIALISMO, DIALÉCTICA Y PRAXIS.
Es esencial comprender que la sociedad posee una dimensión histórica que se refleja en el desarrollo su vida profana a través de sus experiencias reales, por ello “no lo abstracto de la materia, sino el concreto de la praxis social es el verdadero objetivo y el punto de partida de la teoría materialista”
Marx nos dice que desde
el principio de la civilización ha existido un antagonismo cuya contradicción
es la condición para el desarrollo
social, su naturaleza consiste en un conflicto de intereses que se da de parte
de una clase a otra. La historia de la sociedad es historia
de lucha de clases, es “la lucha por la repartición del excedente producido por
la clase obrera” (Woods, 2011, pág. 21), existe una clase
opresora que posee poder de apropiación sobreviviendo a costa del trabajo de
otra: en un tiempo de los esclavos, de
la plebe, de los oficiales, de los siervos, y en la modernidad, la burguesía, del
trabajo acumulado del proletario. Dicha contradicción surge de
determinadas relaciones de producción, que son precisamente lo que constituye
el foco principal de la filosofía materialista en Marx, la cual percibe el
movimiento histórico de la vida humana como la relación recíproca entre los
hombres y la naturaleza, y el trabajo y la actividad sensible del hombre como su
unidad total.
La religión, la cultura, las ideas no son más que un producto de las relaciones de propiedad en una sociedad; en última instancia, el desarrollo de la civilización ha estado atado a la capacidad del hombre para satisfacer sus necesidades vitales por medio de su capacidad productiva. Se trata ahora de desentrañar la naturaleza de la sociedad moderna industrial, sus leyes y repercusiones en la conciencia humana.
La religión, la cultura, las ideas no son más que un producto de las relaciones de propiedad en una sociedad; en última instancia, el desarrollo de la civilización ha estado atado a la capacidad del hombre para satisfacer sus necesidades vitales por medio de su capacidad productiva. Se trata ahora de desentrañar la naturaleza de la sociedad moderna industrial, sus leyes y repercusiones en la conciencia humana.
MATERIALISMO HISTÓRICO Y LUCHA DE CLASES
“La burguesía moderna,…, es ya de por sí fruto
de un largo proceso de desarrollo, de una serie de revoluciones en el modo de
producción y de cambio…acompañada del correspondiente progreso político” (Marx & Engels, 2011) . La revolución
burguesa se ha constituido a través del desarrollo de las fuerzas productivas,
las cuales no coincidían más con las relaciones de propiedad feudal. Causas
como la colonización de América, el invento de la maquinaria o la
multiplicación de mercancías propiciaron el surgimiento de la gran industria
conjunto al ascenso de un nuevo estamento en clases basadas en las nuevas
relaciones de propiedad. Parece que nos muestran una teoría según
la cual el fenómeno decisivo de la marcha histórica de la sociedad es el modo
de reproducción de la vida humana, lo cual conlleva a proponer un materialismo
histórico que explica como “el desarrollo histórico se basa en última instancia
en el desarrollo de las fuerzas productivas” (Woods, 2011, pág. 17). La marcha
de la historia es la historia del hombre, es material y terrenal. Luego, la
contradicción que surge de las relaciones de propiedad es precisamente el motor
para el desarrollo de las fuerzas productivas. Es por ello que el modo en que
los seres humanos se relacionan en un momento determinado no está sujeto a
leyes absolutas, en cambio, está en constante evolución. El materialismo en
Marx reconoce el carácter material del mundo; que el mundo se desarrolla con
arreglo a las leyes del movimiento de la materia.
Posteriormente, describen la
naturaleza del mundo industrial en que vive el proletariado; demuestran como
con la propiedad privada moderna, conjunto al libre cambio y la competencia
desenfrenada se ha cambiado radicalmente el funcionamiento social, el hombre es
más independiente que nunca y es despojado de toda apropiación para pasar a
poseer simplemente su fuerza de trabajo para poder coexistir. Se establece una
libertad de concurrencia, con un política adecuada a ella y la dominación de
quien descansa en el capital y el lucro privado, los capitalistas.
2.
MATERIA Y CONCIENCIA
Vimos como haciendo un
repaso histórico se encuentra en la lucha de clases el hilo conductor que
explica el desenvolvimiento social. Por otro lado, se muestra la necesidad de
defender las formas de estado o de la conciencia, de las respectivas relaciones
de producción e intercambio y como los contenidos de la cultura guardan una
relación importante con la esfera de la producción material. “Si el
materialismo en general explica la conciencia por el ser, y no al contrario,
aplicado a la vida social de la humanidad exige que la conciencia social se
explique por el ser social”. (Lenin, 2000) Con el materialismo
se reconoce el carácter primario y de realidad objetiva de la materia y el
carácter secundario de la conciencia, demostrando como la
ideología dominante en una sociedad dada (las concepciones e ideas comúnmente
aceptadas sobre economía, política o moral) representa siempre la ideología de
la clase dominante en esa sociedad.
Marx
sostiene (2011):
¿Acaso se
necesita una gran perspicacia para comprender que con toda modificación en las
condiciones de vida, en las relaciones sociales, en la existencia social,
cambian también las ideas, las nociones y las concepciones, en una palabra, la
conciencia del hombre? ¿Qué demuestra la historia de las ideas sino que la
producción intelectual se transforma con la producción material? Las ideas
dominantes en cualquier época siempre han sido las ideas de la clase dominante.
(p.55)
Todas las instituciones
modernas adoptan la ideología de una sociedad basada en la propiedad privada
capitalista. La estructura de la familia moderna descansa en el capital y el
lucro privado, por eso su pleno desarrollo solo existe en la sociedad burguesa.
La educación está determina por las nociones ideales que surgen de los intereses
de quienes dominan en un determinado sistema social. Las nociones de libertad, derecho y moral en
la modernidad son las nociones de la sociedad burguesa. La libertad y la
autonomía del hombre que se proclama en la modernidad están basadas en la
libertad comercial, que posee su cimiento en la propiedad privada y el capital.
Dicha libertad, como mencionamos anteriormente, ha despojado a hombre de toda
apropiación, dependiendo de su fuerza de trabajo y el mínimo de salario para
subsistir, pero lo fundamental radica en
que a través de su trabajo no ha creado si quiera su propia propiedad, en
cambio, ha creado capital, la propiedad que explota al trabajo asalariado y la
ganancia en que descansan los propietarios. La libertad de la modernidad es la
libertad de los grandes propietarios de ejercer autonomía a costa del
sometimiento y el trabajo de otros, al eliminar la libertad comercial se
elimina la libertad y personalidad del burgués.
Marx afirma (2011):
Cuando, en el
siglo XVIII, las ideas cristianas fueron vencidas por las ideas de la
Ilustración, la sociedad feudal libraba una lucha a muerte contra la burguesía,
entonces revolucionaria. Las ideas de libertad religiosa y de libertad de
conciencia no hicieron más que reflejar el reinado de la libre concurrencia en
el dominio del saber. (p.56).
Lo cierto es que estos
ideales basados en verdades “eternas” se han mantenido en diversas formas en toda
sociedad que se apoyan sobre la contradicción de clases, en ellas se mantiene
una conciencia que no refleja la emancipación plena de la humanidad. “Sin duda
—se nos dirá—, las ideas religiosas, morales, filosóficas, políticas,
jurídicas, etc., se han ido modificando en el curso del desarrollo histórico.
Pero la religión, la moral, la filosofía, la política, el derecho se han
mantenido siempre a través de estas transformaciones”. (Marx &
Engels, 201 1)
Elena Pacas
Elena Pacas
Bibliografía
Lenin, V. I. (2000). Carlos Marx (Breve esbozo
biográfico con una exposición del marxismo). Obtenido de Unión de
Juventudes Socialistas:
https://www.marxists.org/espanol/lenin/obras/1910s/carlos_marx/index.htm
Marx, K., & Engels,
F. (2011). Manifiesto del Partido Comunista. Ciudad de Mexico: Centro
de Estudios Socialistas.
Schmidt, A. (1977). El
concepto de naturaleza en Marx . Madrid: Siglo XXI editores.
Woods, A. (2011).
Prólogo: El método de Marx. En K. Marx, & F. Engels, Manifiesto del Partido
Comunista. Ciudad de Mexico: Centro de Estudios Socialistas.
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